CARNIVAL CRUSIE, donde nunca puedes salir del barco, osea, del trabajo. Así de fuerte, esclavitud contemporánea. Yo creo que por eso los momentos de descanso en la cubierta del barco eran como un portal a otra dimensión, sobre todo por las noches, el tener conciencia de estar en medio de la inmensidad del mar y avanzar rompiendo las olas a alta velocidad, es algo inolvidable.
Tuve la sospecha de que más de una persona dentro de la tripulación le pasó por la mente escapar en pleno viaje. Al filo del barco, te asomas y asalta la pregunta ¿qué pasaría…?
Carnival Crusie Caribe
Alguna vez apliqué para la vacante de fotógrafo en los Carnival Crusie. Me quedé. Muy lejos estuvo de ser el trabaja idílico que imaginaba: Jornadas de más de 10 horas, días sin ver la luz del sol, camarotes diminutos, congestión nasal constante por respirar todo el tiempo aire reciclado: chulada de experiencia para conocer cómo se siente un confinamiento forzado.